Desgraciadamente, en el ámbito de la psicoterapia no existe aún, en México, colegio alguno que certifique
a los psicoterapeutas competentes.
Si bien es cierto que existen diversas sociedades y asociaciones por escuela teórica (por ejemplo la Asociación
Mexicana de Psicoanálisis de Grupo) y dan su aval a los profesionales que ellos mismos forman, no hay institución alguna dedicada,
específicamente, a examinar y certificar psicoterapeutas competentes y preparados, sin importar de qué escuela teórica provengan.
El psicoterapeuta debe cursar por varios años de estudio y formación.
El ideal es que curse la licenciatura en psicología y luego una maestría y/o formación psicoterapéutica.
Sin embargo, egresados de otras profesiones, preferentemente relacionadas con el área de las humanidades, pueden
cursar los estudios de postgrado para formarse como psicoterapeutas competentes.
Es fundamental que todo psicoterapeuta haya sido paciente (o cliente según la escuela de que provenga) en la
terapia que ha estudiado y practica. Además, debió haber realizado varias horas de práctica supervisada con pacientes (250
horas mínimo).
Por supuesto que un adecuado bagaje teórico es también fundamental.
Por todo esto, es recomendable, al conocer a un psicoterapeuta de quien pretendamos recibir atención, solicitarle
su currículum y, de preferencia, constatar los títulos que avalen su formación.
Un excelente psicoterapeuta, de corriente cognitivo-conductual, emotivo-racional, recalca la importancia de
que el psicoterapeuta esté principalmente comprometido con el bienestar del paciente, más que con la corriente teórica en
la que se formó.
Entonces, además de informarse, si es posible, con anteriores pacientes de dichos terapeutas (si es que conocen
alguno que los haya recomendado) pídanle al psicoterapeuta su currículum y que les muestre sus títulos. Probablemente por
la falta de costumbre al respecto el terapeuta o presunto terapeuta se resista a darle tal información, explique sus motivos
e insista, si no consigue lo que busca cambie de terapeuta.
Recuerde que al final de cuentas, se trata de su bienestar mental y emocional.